«Sin duda, cada obra esconde tras de sí una historia que se nos presenta como sumatorio de imágenes: una suerte de collages que pueden hacer pensar en el pop del James Rosenquist de Joan Crawford (1964), por la factura de los rostros sobredimensionados sobre unos fondos planos; y en determinadas estrategias neopop de David Salle, por los juegos de superposición de imágenes con distintos registros (modelado, siluetas veladas, esquemas) y la mezcla de distintas referencias icónicas. Pero aquí, en estos cuadros de Cuqui, para nada abigarrados ni sucios, en lugar de tratar de desarticular el significado unitario de la imagen, la superposición construye y potencia posibles narraciones para las que, quizás, los títulos ofrezcan pistas».
Ricardo Forriols, juegos refinados de superposición de imágenes.