«En estas obras rescata el paisaje en el que denota su formación clasicista y la perfecta asimilación de los recursos de maestros postimpresionistas como Matisse o Gaugin, que evocan parajes puros e idílicos. Pero, de todos los autores de su museo imaginario al cual acude para realizar sus peculiares homenajes, destacamos, ante todo, las figuras de dos claros referentes: Josep Renau y Eduardo Arroyo. Ciertamente, sus composiciones se conciben a modo de fotomontajes pintados que dan un paso más en el procedimiento del collage de sus obras iniciales y que evocan, en ocasiones, un surrealismo perturbador de clara procedencia renauniana al que se suma la fascinación por las imágenes, fetiches y colores de Arroyo».
Alejandro Villar Torres, Cuqui Guillén y la estética Super Pop.